La artista argentina presenta ARMAR ARMENIA,

una reconstrucción de la identidad a través del video arte

Diario Armenia 06/11/2008

Entrevista con Silvina Der Meguerditchian

La argentina de origen armenio a los 20 años se fue con destino a Berlín, Alemania, y allá forjó su camino. Después de varios tropezones por no poder ingresar a la Escuela de Bellas Artes, se recibió de traductora pública en la Universidad de Humboldt, a la par de su trabajo como maestra de armenio y una gran pasión por el arte, vocación que prevaleció. Hoy, casada y con un hijo, vive mostrando sus obras por el mundo. Transgresora y provocadora, se propone reconstruir identidad, enriquecer la cultura de sus ancestros con técnicas modernas, conquistar a las nuevas generaciones y emocionar a las anteriores. Hasta el 15 de noviembre en la Asociación Cultural Armenia se puede apreciar la muestra ARMAR ARMENIA, realizada con videos y documentales de artistas invitados de todo el mundo. 

- A través de tu obra siempre tratás de reconstruir la identidad armenia, ¿Cómo recopilás la información para lograrlo? Sé que uno de tus trabajos documentales es una entrevista al historiador Vahé Tachjian. 

- Muchas de las cosas las obtuve cuando falleció mi abuela paterna: un día me llegó una valijita llena de papeles, documentos, fotos y casi e infarto, porque es un tesoro valiosísimo. Utilizándolos pude seguirle un poco la pista e ir descubriendo cosas que no me cerraban. Entonces, empecé a leer historia. Y ahí me enteré realmente todo lo que sucedió. Algunos simplifican mucho la historia… es una lástima porque creo que a los chicos les da la cabeza para entender bien.

- ¿De qué se trata el video arte? 

- Es un medio de plasmar que es más o menos moderno, contemporáneo. Surgió entre los’70 y ’80, años en los que empezó a ser más fácil filmar imagen en movimiento. Comenzó a desarrollarse también este lenguaje del video arte, con todas las técnicas digitales. Todo lo que es arte contemporáneo visual no está muy presente en la comunidad, entonces, claro, por ahí es una gran novedad, pero en realidad no es nuevo… Es una visión diferente; es usar cotidianeidad para transportar otras ideas, otros puntos de vista. La pintura o todo lo que es tangible es un lenguaje más directo quizás. 

- ¿El video es una forma de masificar el arte? ¿Un intento de llegar más a los jóvenes? 

- Lo de llegar al público más joven, puede ser… Pero no es que los artistas lo hagamos con esa intención. Todos estamos inspirados, en parte, con un espíritu que tiene que ver con la geografía más allá de la tierra, y estamos tratando de crear algo que subsista y que enriquezca “en paralelo a”; o sea pensando en sumar, no en restar. De chica me faltó eso, no tenía artistas que me hubiese gustado seguir… creo que la colectividad armenia, en todas partes del mundo, tiene esa idea de conservar, conservar, conservar… 

- ¿Por qué creés que existe ese pensamiento común?

- Lo que falta acá es la conciencia de que el arte no es un hobby, que el arte es una profesión y que para que existan realmente artistas que puedan utilizar su tiempo en generar arte profesional -no arte de entre casa al que solo asista la comunidad-, hay que darle lugar a la gente profesional y hay que creer en ella, porque existe. Hay una mentalidad de que se debe mandar todo el dinero a Armenia, pensando que esa es la salvación: “mientras exista una Armenia no nos vamos a perder”. Pero se están perdiendo la parte de que la diáspora no es de hace noventa años, tenemos una cultura de diáspora de hace siglos y la venimos cultivando y es riquísima. Incluso manifestaciones culturales como los manuscritos que se hicieron en tiempos de calma -era un reino armenio, pero no era la Armenia territorial histórica-, se hicieron en la diáspora. El primer diario se hizo en la diáspora, en Madrás, Entonces: la cultura que genera la diáspora es riquísima, pero tiene que estar adaptada a lo de hoy porque no podemos seguir con cosas de hace chiquicientos siglos, no se puede, se va a morir…

- ¿Hay que darle lugar a las nuevas generaciones? 

- Es que hasta que Armenia se recupere de estos últimos ochenta años va a tardar y si la comunidad no genera interés y modelos de identificación para los jóvenes, para que ellos sigan enganchados con esto… Hay que sumar esto de ser armenio en plan de “yo gano siendo armenio”, no pierdo… pensar en las posibilidades, por ejemplo, que me ofrece saber el idioma porque después puedo viajar por el mundo y comunicarme, y me permite aprender otros idiomas con mucha facilidad. También lo que es hablar armenio y poder disfrutar de lírica; lo que pasa esque falta lírica contemporánea. Hay proyectos enEstados Unidos para hacerla, el problema es que las instituciones que están en esto son gente muy mayor que se súper escandaliza y no apoya. Es complicado. Pero la generación próxima, por ahí, no manda más plata a Armenia y se acabó, no hay más nada… Entonces, nosotros sí podemos hacer algo: por ahí es todo muy arduo a nivel político para que Turquía reconozca el genocidio, pero lo que sí podemos hacer es ir en contra de ese genocidio blanco del que se habla y ¿quién mejor que los productores culturales? No hablo de la cultura del entertainment, estoy hablando de cultura de verdad. Y acá alguien que se ponga los pantalones y diga: “vamos a apoyar proyectos serios”, no hay. Pierden el tiempo y la energía peleándose por direcciones políticas y eso no ayuda… - ¿Qué pensás que puede provocar ARMAR ARMENIA? 

- Espero que los emocione. Y espero que, a través del leguaje del arte, sea posible trascender un poco todas estas cosas problemáticas que no sirven de nada… Porque para eso sirve el arte. Tampoco creo que le va a cambiar la cabeza a todo el mundo, pero si ya le habla a la sensibilidad de unos cuantos, es súper satisfactorio. 

- ¿Cuándo empezaste a aplicar nuevas técnicas en el arte? 

- Trabajé un tiempo largo con el tema de memoria y pasado hasta que en 2004 fui a Armenia, en el afán de seguir conociéndome a mi misma y a mi identidad. Y tuve una gran desilusión. Es que ahí no estaba lo que estaba buscando. El mundo del que vienen nuestros abuelos es Medio Oriente, es Turquía, no es Armenia. Y además, los últimos noventa años tuvimos experiencias muy dispares, entonces nuestro deseo de encontrar por fin lo armenio que nos falta, en ellos -los habitantes actuales- no está; porque ellos vivieron Armenia, ellos son armenios, nacieron ahí, tienen otros interrogantes. Vivieron en una geografía real, nosotros vivimos en una geografía imaginaria con todo lo que eso supone. De por sí, ellos están en un país post soviético, con otras preocupaciones. Y me dije: “en Armenia no es, entonces tengo que hacer algo yo”. Estaba entre la disyuntiva: o se terminó o los creo yo misma, creo un contexto sano, reconstruyo algo que no esté supeditado a la buena voluntad de ningún partido político, sino que sea formado por gente con ganas de intercambiar, generar cosas buenas. Y por eso hice la plataforma www.underconstructionhome.net (en construcción), para que los artistas tengamos una cotidianeidad. 

- ¿Te es difícil difundir tu arte entre las distintas comunidades del mundo? 

- La verdad es que no puedo creer que haya sido tan fácil venir acá (Asociación Cultural Armenia), hablar con Jorge por teléfono desde Berlín y que a él le encantara mi propuesta. Le estoy súper agradecida, es una cooperación interesante la que hace. Porque hay temas en ARMAR ARMENIA que son duros: pregunto de dónde salieron nuestras abuelas, cómo la pasaron, los orfanatos, muchas salían de prostíbulos… Alguno se escandalizará, probablemente, pero son verdades. Para saber de dónde viene uno hay que escarbar y ver. Siempre digo que, por ahí, esa falta de apertura a lo nuevo tiene que ver con que somos una comunidad formada por huérfanos y los huérfanos perdieron tanto que se aferran mucho a lo que tienen… Pero no puede ser que en lo primero que piensen cuando se asientan en un lado sea en hacer una escuela y una iglesia armenia; está bien eso, pero además habría que hacer algo nuevo para que los de afuera se interesen también. Sino ¿qué es ser armenio? Por qué se nos tiene que identificar con “ese pueblo tan antiguo”. Somos un pueblo antiguo y eso es genial, pero si queremos sobrevivir tenemos que ampliar un poco el espectro. Además, en un momento de la historia fuimos innovadores, por ejemplo fuimos los primeros cristianos. ¡Mirá qué innovadores fuimos! ahí donde nadie antes se había animado, fuimos nosotros… ¿Por qué no descubren esa parte adentro de ellos? Esa parte está tapada, pero está y eso es lo que nos falta.


Luciana Aghazarian


Se inauguró el sábado 1° de noviembre Armar Armenia en la Asociación Cultural Armenia En la tarde del sábado 1° de noviembre se inauguró la muestra de video-arte Armar Armenia presentada por la artista argentina radicada en Alemania Silvina Der- Meguerditchian. Una original presentación de videos y documentales que evocan la memoria armenia. Los artistas participantes exponen obras que se nutren de retazos de la memoria, deseos y sueños de los sobrevivientes del Genocidio Armenio y también aquellos que vivieron una Armenia concreta: aquella que existió detrás de la Cortina de Hierro. Con distintos interrogantes y preocupaciones, unos y otros conforman un paisaje fragmentado por el mismo espíritu de reconstruir la identidad. Siete autores muestran sus trabajos en forma individual a partir de una puesta muy original que puede verse hasta el próximo 15 de noviembre, todos los días desde las 12 horas. La presentación de la muestra estuvo a cargo de su curadora, Silvina Der-Meguerditchian (ver imagen), quien pronunció un breve mensaje al comienzo del evento.

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Founded in 2004 by Silvina Der-Meguerditchian, Underconstruction was a communication platform for artists interested in issues of identity, transglobalization and the construction of both personal and groupconsciousness. Underconstruction is also interested in issues of concern to worldwide diasporas, including but not limited to the Armenian diaspora. 

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